miércoles, 23 de julio de 2008

Cuentos Eróticos


Apoyada en la bañera,

Te encuentro perfumada

Por champúes y suavizantes de limón.


Hueles a jardín en las madrugadas,

Te robas el aire y provocas en mi

Hambre de respirarte.


Busco las esencias con mi nariz

En tu pelo lluvioso, las evaporo

Hasta lo mas profundo de mi alma.


Pero te miro, como mueves

Tus cachetes gemelos, como lomas

En medio un de sismo y se me antoja un deseo.


Si, un deseo allí donde termina tu espalda,

En la línea perfecta que los une.


Voy por ella, amparado en mi erección

Que no permite excusas, lentamente,

Bebiendo el aroma de los frascos casi vacíos,

Ensanchando la línea con mis dedos unidos.



Despacio, busco el ojo del cíclope,

Salpico sus contornos de aceite para no dañarlo,

Me acerco, mientras me esperas húmeda y estrecha

Resignada en un grito.